viernes, 19 de julio de 2013

Ventanas

Durante años gastó más de lo que debía y un día se quedó sin nada. He tirado la casa por la ventana, se dijo. Y entonces lo vio claro. No tenía familia, sus amigos habían desaparecido poco a poco, como sus muebles y dos días antes había recibido la orden de desahucio. Así que detuvo su paseo, subió con decisión los siete pisos desde la calle, abrió la puerta con torpeza y entró al salón, pero solo encontró una inesperada oscuridad. Lo había perdido absolutamente todo, hasta el hueco de la ventana. http://unmaldiaparaelpezplatano.wordpress.com/

Adrián Pérez Avendaño

2 comentarios:

  1. Hábil relato, nos conduce de la mano hacia un esperado final que sin embargo se trunca de modo surrealista.

    Qué crisis ésta, ni para suicidarnos nos queda.

    El Manco.

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  2. Gracias por tu comentario. Es cierto lo que dices, esta crisis nos ahoga pero sin llegar a matarnos...Un saludo.

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