Erase una vez la muerte. Y un novelista, y su personaje que salta al vacío del precipicio para escapar de las cuchilladas vengativas de un marido cornudo. El personaje, en su caída, se golpea contra las rocas rasga piel y huesos; alcanza la rama astillada que corta sus venas y, segundos después, impacta contra las olas donde sus ojos, náufragos, quedan a merced de los peces.
Erase una vez un personaje que ahuyenta los peces, que toma impulso en la ola que rompe y salta hasta la rama donde rebota su cuerpo hasta el borde del precipicio donde, ahora sí, se deja degollar.
http://montesinadas.blogspot.com.es/
Montesinadas
Erase una vez un personaje que ahuyenta los peces, que toma impulso en la ola que rompe y salta hasta la rama donde rebota su cuerpo hasta el borde del precipicio donde, ahora sí, se deja degollar.
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Muchas veces elegiriamos de otro modo si pudieramos vivir por un momento lo que nos espera, afortunadamente núnca lo sabremos.
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