Mientras enciende el último cigarrillo, Mario recuerda la noche en que despertó, parpadeó dos veces, y con los ojos muy abiertos oteó el bosque de hayas en completa oscuridad. Captó un movimiento entre la hojarasca, se lanzó en picado y el ratón cayó bajo sus garras sin rechistar.
Ante el pelotón de fusilamiento, Mario se pregunta qué será la próxima vez que despierte.
Alicia Yustas
Ante el pelotón de fusilamiento, Mario se pregunta qué será la próxima vez que despierte.
Alicia Yustas
Buen quiebro, sabrosa trampa.
ResponderEliminarGracias, anónimo :)
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