Le deseé que tuviera un buen turno y me fui a su casa. Era un buen tipo, ambos le queríamos. Aparqué detrás y miré hacia arriba. Ella, como siempre, me esperaba tras el cristal. No me demoré, sólo teníamos unas horas.
Concha García Ros
Concha García Ros
Qué majo. Supongo que antes de irse le dejaría preparado el desayuno.
ResponderEliminarSería un buen detalle...
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