Después de dos años de juicio Joaquín se dispuso a escuchar la sentencia que por juicio de bigamia le habían comenzado.
El Juez lo encontró inocente y lo mandó para su casa.
Al salir del juzgado Joaquín sacó una moneda, la tiró al aire para decidir a cual de las dos se iba.
LUIS BRUNINI
Hum, está claro que ninguna puede decir que es la preferida. Un bígamo de cuerpo entero.
ResponderEliminarHay sentencias que edtropean vidas a veces a inocentes que son condenados.En este caso vemos la otra cara de la moneda: un culpable que es declarado inocente y vive una doble vida....tiene un juego entre manos para él...quizás las zentenciadas sean ellas sin saberlo.
ResponderEliminarUn buen final, me sorprendió.
Saludos
Decía sentenciadas, perdón.
ResponderEliminarMuy cinematográfico. Para hacer un buen corto, sin duda...
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