martes, 21 de septiembre de 2010

Un Día Corriente

Abrí los ojos a la resaca habitual, la garganta como una lija y la noche pasada reconstruyéndose como un dolor de cabeza: el barrio, el cinismo intelectual, el bestiario en 3D, los saludos africanos, un cruce de miradas, aquel cuarto desconocido, ese tatuaje de agua... Pero no pude, su sabor apareció sobre otros labios y su olor en otra piel.

Como de costumbre ella se había levantado ya y tomaba una ducha. Yo me quedé en la cama unos minutos más acariciando el doble remordimiento usual.

Eunuco


6 comentarios:

  1. ¿Por qué será que mi cerebro dibuja la palabra Bukowski mientras leo? Un perfecto día corriente, sí señor.

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  2. @mirina
    Duplico comentario, las gracias y los brindis por las resacas futuras (por las felices, si es que existen).

    Aún tengo que hacerme con la operativa del blog ;-)

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  3. La priva, el deseo y el remordimiento. Son temas que me gustan. Muy bueno.

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  4. Me he quedado enganchada a la caricia al doble remordimiento usual, me lo imagino dibujando ese remordimiento entre las sábanas, entre otras caricias... Me ha gustado

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  5. @Hank
    Es que son temas fascinantes Hank. Vamos a exprimirlos hasta dejarlos secos.

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