miércoles, 6 de octubre de 2010

Ardor

Navegaban por las aguas tibias del deseo cuando sonaron aquellos golpes en la puerta. No hicieron caso, los golpes siguieron, y alguien empezó a gritar en la calle en el justo momento en que ellos comenzaban a escenificar la primitiva danza del fuego. El sudor derramado no bastó para aplacar las llamas que avanzaban amenazantes por el pasillo. Ardieron abrazados.

Cronopio


2 comentarios:

  1. No se puede describir mejor la intensidad del deseo. Completamente aislados de todo lo que acontecía más allá de sus propios cuerpos hasta ser consumidos por unas llamas que no consiguieron separarles. Excelente cronopio.

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  2. Muchas gracias veintiuno. Esa era la idea, fuego dentro del fuego.

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