sábado, 23 de octubre de 2010

Carta de despedida

Querido hijo:

He hablado con la muerte esta semana. Dijo que vendría pronto a buscarme y que me llevaría con ella para siempre. Desde entonces la espero todas las noches sentado junto a la ventana, contemplando las estrellas. Mientras el ronroneo del viejo tocadiscos agita mis pies, tarareo recuerdos de antiguas melodías de amor. En esta animada calma aguardo su llegada. No llores, hijo. No sufras por mí. La muerte luce el cándido rostro de tu madre.

Saryle

11 comentarios:

  1. Es un bello relato, Sara. Una señora afrontando el final de su vida con la entereza y fuerza que dan, el haber hecho siempre lo mejor para los demás, con la limpieza del que nada oculta.

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  2. En realidad, veintiuno, es un anciano al que ha visitado la muerte luciendo el rostro de su mujer (ya muerta) y al decirle que vendría a buscarlo para llevarlo con ella, él la espera animado, pensando más en el ansiado reencuentro que en la muerte en sí.

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  3. papelylápiz24/10/10, 12:11

    La idea es muy hermosa, Sara. Podría sugerir, para que cobrase un poco más de fuerza, que no se mostrase desde el principio tan explícita al lector el tema de la muerte (puesto que la carta al hijo no la necesita porque éste ya lo sabe). Me gusta forzarte un poco más, jeje, perdona.

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  4. Sara a mi me gusta como está. No es por no forzarte, pero creo a diferencia de Papelylápiz -no te ofendas Luis-, que está bien asi porque es lógico que un anciano se despida de su hijo a través de una carta y que le explique que la muerte tiene el rostro de su madre. Creo que tiene toda la fuerza del mundo. Un abrazo.

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  5. papelylápiz24/10/10, 12:52

    Imposible ofender, Tagore. Estamos para aportar. La he leído de nuevo y me vuelve a parecer hermosísima. Soy yo el que pide disculpas a Sara porque sólo incité a darle una vuelta de tuerca más, creo que con frecuencia me paso, pero aprovecho a aclarar que sólo hay buena intención. Hace mucho que soy admirador de la forma de escribir de Sara (y de otros compañeros, cada uno con su estilo que se va fraguando con un encanto especial). Un abrazo para ambas.

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  6. Creo que el realto tiene una brecha y es la que te ha descubierto 21. Es cierto que la carta escrita por un papi y el cierre con la muerte con la cara de la mami es muy buena, pero ese "querido hijo" y el asunto de alguien escribiendo a un hijo (y hasta el asunto del baile)nos lleva a pensar que se trata de una mujer la que escribe, una madre. Entonces la cosa se queda en una carta de la mami diciendo que presagia su muerte sin más. Merece la pena que quede claro en algún momento del arranque que es su padre, porque el relato así es potente.

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  7. Juan disculpa, pero está clarisimo desde el primer momento que es el padre el que escribe la carta al hijo. Es mas en uno de los primeros párrafos dice; "....la espero SENTADO....". Que yo sepa es claramente indicativo del género masculino. Un saludo.

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  8. Creo que los padres se despiden de los hijos por escrito siempre que pueden. Las palabras se la lleva el viento, y donde dije digo, digo Diego. Además, algo tan íntimo y reflexionado como una despedida, no se puede memorizar para soltarlo en un momento. Es el trabajo de muchas horas que se plasman en un papel, y en el que, además, suele haber menos de 280.
    Gran relato Sara

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  9. Ha sido un error de interpretación por mi parte, -que si bien podría valer-, ahora sabiendo el significado de quien escribe, está claro. Confundí a ella, con la muerte, (femenino). Es un bello relato, como dije y por supuesto, correctamente escrito.

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  10. Tienes toda la razón. Pues lo leí tres o cuatro veces. Si el "sentado" estaba desde el principio solicito audiencia con el verdugo...

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  11. @juanxxi
    Siempre estuvo sentado junto a la ventana. Entiendo que os confundió la excesiva sensibilidad que le conferí a un personaje masculino. Busqué maneras de hacerlo más tosco, pero decidí dejarlo así. Creo que también hay hombres que tararean canciones de amor.

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