Alicia encontró una bolsa de plástico atada a un globo de goma estallado sobre las azaleas del jardín. En el interior había una carta de un desconocido que aseguraba estar a punto de cometer una locura, y que confiaba que el destino llevara su mensaje hasta alguien que pudiese ayudarle. Había mandado 10 globos con el mismo mensaje y su teléfono. Alicia no dudó en deshacerse rápidamente de la carta, justificando que la última vez que el destino vino a buscarla, le obligó a sobrevivir la muerte de su hijo y su marido en un accidente.
juanxxi
El relato me encanta, la idea del globo pinchado me resulta un poco angustiosa,pero el final tiene mucho sentido.
ResponderEliminarHe encontrado un mensaje enviado con un globo como el del relato en mi casa (como los mensajes que se meten en la botella...). Venía de Galicia y yo vivo en Cantabria. El mensaje no era desesperado, pero eso me ha inspirado esa historia.
ResponderEliminarExcelente relato, Juan. El destino viaja en globo, con un mensaje de angustia, recordando tiempos de extremo dolor y desconfianza resuelta con indiferencia.
ResponderEliminarA mí me ha gustado ese contraste entre ese "destino impuesto" y un "destino a elección", y que determina el comportamiento de Alicia. Es como estar condenado en la cárcel, frente a es moda pija, que surgió en algún lugar, de "alojarse" unos días en la cárcel para sentir cómo es.
ResponderEliminarLa decisión de Alicia a sobrevivir cargando con la pena de la muerte de su hijo y marido..... espero que tuviese más hijos y que el marido fuese un cabrón, sino... lo veo casi imposible.
ResponderEliminarJuan me ha encantado el relato. Pero tengo una curiosidad, y o te la pregunto o me da algo. ¿Qué ponía el mensaje de tu globo gallego?.
ResponderEliminarEra una felicitación de boda para una pareja de Suances que se casaba proximamente. Decía que si lo encontrabas se lo hicieras llegar... y así lo hice. Me pareció una idea genial esa de mandar mensajes con globos... como ves no era tan trascendental como el del micro...
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