lunes, 4 de octubre de 2010

El limbo del verbo.

Estoy lleno, a rebosar. Tanto verbo no expresado, preparado, ansioso por descubrir donde descansar y difundir su extensión.¿Dónde guardamos lo que no decimos?. El abandono de las palabras perdidas, donde otros buscan lo que nunca les dijeron, lo que siempre esperaron y no fueron capaces de escuchar. Allí donde mueren las palabras, amontonadas y rotas de ignorancia, en el lugar donde la estupidez no tiene tiempo para leer, dichosa en resolver la banalidad de lo inmediato.

21


9 comentarios:

  1. Las palabras no dichas a tiempo se convierten en una pesada carga que llevamos continuamente. Me gusta como escribes, veintiuno.

    ResponderEliminar
  2. 21 no sé dónde las guardaremos pero a veces, la mayoría, se te retuercen dentro como un solitaria hechas de letras llenas de remordimientos por haber salido en su momento.

    ResponderEliminar
  3. @Sara Lew

    Tu aliento, me anima a seguir haciéndolo, Sara. Muchas gracias. A veces me provoca dudas, que casi nadie comente mis micros. Me da que pensar que los he escrito mal y no son entendidos, o que no provocan el suficiente interés como para detenerse a leerlos. Bueno, son suposiciones, pero creo que es bueno que lo diga, ya que me hace descansar. Muchas gracias de nuevo, por tu apoyo sincero.

    ResponderEliminar
  4. @Eunuco

    Así es Eunuco, al final de la vida, siempre tenemos el remordimiento de las palabras no dichas, de las decisiones no tomadas.

    ResponderEliminar
  5. @veintiunoA los que viajamos entre palabras, siempre nos acompañan las dudas. Porque siempre escribiremos bien. Y siempre escribiremos mal. Y nunca sabremos, del todo, cuál de las dos cosas habremos hecho cada vez. Además, el interés, las emociones o interpretaciones que despiertan en otros lo que llamamos "nuestras palabras", no siempre dependen de nosotros. Yo creo que sólo somos el canal por el que las palabras circulan como ellas quieren. Por eso, no abandones nunca tus palabras ni permitas que mueran, aunque tengas que gritar solo en el desierto. Eso también es parte del billete de ida para viajar con las palabras.

    ResponderEliminar
  6. veintiuno6/10/10, 0:01

    @mirina
    Hasta un tigre solitario necesita a veces de compañía. Ha sido una expresión espontánea, libre. Si mi verbo a sobrevivido a tiempos de sequía y negocios, algo me dice que seguirá presente. Necesito escribir y eso irá conmigo hasta que me sienta capaz físicamente de hacerlo. Eres un sol y una gran compañera y aprecio tus comentarios alentadores en toda su medida. Es un honor para mí escribir donde tú lo haces y bien lo sabes.

    ResponderEliminar
  7. Qué delicia entrar en un ratito y leer algo como este micro tuyo veintiuno! Me gusta que reboses de palabras y que así éstas no se tengan que sentir, cómo dijiste? "amontonadas y rotas de ignorancia" humm qué gran frase. No se desperdicia ni una sóla palabra.

    ResponderEliminar
  8. @Vanadis
    ¡Qué delicia es volver a ver tu nombre con palabras salidas de ti debajo de el o viceversa!. No te puedes imaginar la alegría que me ha dado volver a ver tu pseudónimo al lado de ellas. ¿Hasta cuando nos vas a castigar sin escribir un mini relato?. Muchas gracias por comentar Vanadis, es siempre un gran placer para mi.

    ResponderEliminar
  9. papelylápiz7/10/10, 5:07

    Yo te felicito por tener tantas palabras a rebosar, es decir, tanta inspiración. A veces sale un minirrelato, otras veces te pide el cuerpo una minimanifestación (como quizá ahora).

    ResponderEliminar