En ti brillaba la llama de la sabiduría. Sin deslumbrar, iluminando a tus discípulos. Un guía firme que nos conducía, sin virajes, por las diferentes ciencias. El conocimiento construido por cada uno de nosotros, siempre bajo tu capitanía, nos hizo fuertes, valientes y nobles. Porque tú lo eras. Aprendimos a levantar puentes entre orillas opuestas. Gracias, maestro.
Damadeltablero.
0 comentarios:
Publicar un comentario