sábado, 23 de octubre de 2010

Primeros amores

Llegó mi padre de la calle con su clásico buen humor mientras yo estudiaba en mi cuarto. Abrió la puerta y en el mango de su paraguas reposaba una carta para mi. Era de mi novia y mi padre me hacía rabiar jugando a que no la cogiera.
Cuando me llamó a cenar no fui. Me consoló tratando de leer entre aquellos borrones que ocasionaron mis lágrimas. Siempre con buen humor.
Cormoran

2 comentarios:

  1. Seguro que con buen humor, pero también quizás recordando él mismo algún alfilerazo en carne propia de cuando tenía la edad del chaval. ¡Cuánto querrían ayudar los padres con su experiencia! Pero al final tendrá que ser cada uno el que viva su vida. Me ha gustado tu mr. Cormorán

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  2. papelylápiz24/10/10, 0:47

    Los padres se tienen que tragar muchas broncas y también muchos abrazos, sobre todo en la adolescencia. Me gustó tu relato, Cormorán

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