jueves, 18 de noviembre de 2010

Bahamas

Diseñó meticulosamente el experimento. Era su última oportunidad. Un fracaso, y adiós proyecto. Adiós a su futuro científico. El protocolo era complejo y la ejecución técnicamente delicada y laboriosa, sólo al alcance de sus expertas manos. Contuvo la respiración, preso de anticipada excitación ante el ansiado éxito, tantos años demorado.

Al salir del laboratorio, acabó, sin saber cómo, en una agencia de viajes. Hacía tiempo que soñaba con escapar a las Bahamas.


tapia


2 comentarios:

  1. ¡Qué suerte viajar en el espacio-tiempo!. En el caso de que saliera bien el experimento, que así lo creo.
    Si es que ha salido mal, también es buen final. Escapar a las Bahamas es una muy buena opción. En cualquier caso, tapia, original y bien escrito, lo que es una regularidad contigo.

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  2. Te aseguro que si el experimento hubiese salido, no buscaría escapar, sino continuar. La ciencia experimental puede ser absurdamente adictiva. Absurdamente, porque siempre produce más disgustos que satisfacciones. Yo, particulamente, tengo la perenne tentación de escapar.

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