viernes, 26 de noviembre de 2010

CARIÑO

"Cariño, nadie sabe mejor que yo lo que te conviene"
Y cariño seguía adelante.
Un día miré a mi alrededor y ya no quedaba nadie, sólo tu y yo.
¿Cómo hablar de este calvario? Todos te suponían perfecto... estaba sola.
Aquella noche me vejaste como nunca y yo aguanté como siempre.
Vertí en tu sopa un veneno para perros y esperé a que tus ojos hicieran aguas, después te acosté y al salir de casa no pude evitar decir "Cariño, nadie sabe mejor que yo lo que te conviene"

desasosegada


3 comentarios:

  1. Felicidades Marga. Me gusta como lo has expresado. Poner voz a un silencio no es fácil. Y más, cuando este tiene que representar, desgraciadamente, a tantas mujeres que sufren. Sus parejas anulan toda vida, convirtiéndolas en meros objetos de su uso y disfrute.

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  2. Me gusta, una lanza en favor de las personas que sufren la alienación, el desprecio y el maltrato por parte de sus parejas.

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  3. Ese "yo sé bien lo que te conviene" lo encierra todo. Respetar la libertad individual a veces parece que va en conta de nuestros genes posesivos. Y en estos casos repugnantes, la salida que tú planteas (salida literaria), es algo hasta reconfortante. Gracias por tocar este tema, en este relato lleno de tristeza e ironía,
    para que no se relajen nuestros sentimientos.

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