martes, 16 de noviembre de 2010

Como chocolate espeso

Su amor era un tazón de chocolate caliente. Profundo, espeso, apasionadamente amargo, deliciosamente aromado con clavo y canela, narcótico, prohibido. Su amor se revolvía y el universo entero gozaba de sus dulzuras y sabores. Él era cien por cien cacao. Ella, misteriosa mixtura de frutas salvajes. Nada importaba más allá de sus ardores, nadie interrumpía su placer. Pero alguien, que no sabía digerir el amor intenso, rompió el tazón, derramó el chocolate y ellos dos nunca volvieron a encontrarse.

mirina


10 comentarios:

  1. Mirina, buena construcción y bello lenguaje, lástima que ciertos extraños desbarataran tan dulce relación. Gracias.

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  2. Me ha encantado ese despliegue de sabores. A pesar del amargo que lo envuelve todo al final, el trayecto por las diferentes texturas del deseo y del amor entregado deja un poso magnífico en el paladar. Enhorabuena, Mirina, creo que le has dado el punto preciso a la receta.

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  3. Sin duda hay más gula que lujuria en este relato, y si acaso se vislumbra que para gozar del amor, como de una taza de chocolate, hay que tener tiempo y tener calma.

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  4. @cronopioGracias, Cronopio. Viniendo de todo un “texturizador” de palabras y emociones, como tú, el comentario es un regalo.

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  5. @josé javier¿Y no es la gula otra cara de la lujuria? ¿No se trata, en ambos casos, de devorar el placer para derrotar al tiempo? Si el mr te ha hecho pensar en la gula, su objetivo de relacionar amor sexo estómago, está cumplido. Y gracias por esta lectura que abre una nueva vía de interpretación.

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  6. Evoca el intenso poder sensual de la comida, de las especias, del calor de una taza. Me ha encantado Mirina

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  7. @alsquareMuchas gracias, alsquare.

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  8. Seguro que quien rompió el tazón estaba a dieta. Me ha encantado la mezcla de sabores, la dulce construcción. Mi boca se ha llenado de aromas de frutos rojos y cacao. Una auténtica delicia, como tu mr. Enhorabuena, Mirina.

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  9. Me gusta como describes a él. El protagonista absoluto, llamado "chocolate", como metáfora de tu ideal. De aquello que una vez viste. No sé cuanto tiempo, aunque eso no importa para el resultado.
    "Su amor se revolvía y su universo entero gozaba de sus texturas y sabores". ¿Cómo se vive eso?, suena tan bien...
    Es un relato excelente, mirina. Hemos saboreado el cacao disuelto, el chocolate entrando en su boca y recorriendo un cuerpo afrutado por el deseo. Eres una ninfa.

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  10. Es un auténtico placer volver a leerte mirina y sumergirme de nuevo en las ensoñaciones (con sus inherentes tifones) tan tuyas del amor, bello y fugaz. Después de semanas haces que hiervan en mí las ganas de escribir... y lo agradezco.

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