sábado, 13 de noviembre de 2010

En Florencia.

En el Ponte Vechio, fruslerías para turistas; me detengo ante un expositor de cristal de Venecia. Tomo un vaso rojo, grueso y fuerte como tu joven corazón. Me miras, sonríes y me lo ofreces. Sé que estamos pensando lo mismo. Apoyo mi cabeza en tu hombro y llegamos a la Plaza de la Paja, allí una joven toca el chelo con tal virtuosismo, que nos paramos para escucharla. El David de M, Ángel nos despide sin vernos.

1 comentario:

  1. Firmado: Marsa.
    Lo firmo aquí porque lo envié sin firmar, lo siento.

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