lunes, 15 de noviembre de 2010

En Venecia.

En el Palacio Ducal, los que lo visitamos enmudecemos por la maravilla de su exterior gótico y la visión de su interior de mármol, sus columnas, capiteles y estatuas. Estrecho a mi mujer por los hombros. El guía continúa: Además de residencia del Dux, era sede del gobierno y la magistratura. Mi mente me lleva a un taller de pintura: conversan Antonio Badile con su ayudante Paolo Cagliari (Veronese) El maestro pregunta por Elena, su hija, y Veronese le cuenta de sus problemas con la Inquisición.

Marsa


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