lunes, 15 de noviembre de 2010

Escéptico

Inesperadamente le invadió una oleada de puro bienestar. Sentía como una indiferencia total, que no desprecio, por todo el pasado.
Al mismo tiempo experimentaba bondad y un disfrute suave por lo que le rodeaba.
Escéptico como era, le dió vértigo reconocer que por primera vez en su vida se estaba sintiendo libre.
Sólo tuvo que hacer un pequeño esfuerzo mental, preocupándose por un problema pendiente, y volvió a ser el tipo malhumorado de siempre.

hawk


7 comentarios:

  1. El malhumorado escéptico también parece poder disfrutar de la vida.Buen relato
    El sentido del humor me ha hecho sonreir con este mr.

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  2. Buen micro, hawk. La felicidad da vértigo cuando se experimenta, supongo que porque es tan efímera que se nos escapa cuando le damos la espalda. Saludos.

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  3. Aunque se trate de la felicidad más absoluta y solo sea un instante, está claro y muy bien argumentado que nuestra rutina es el estado en el que más a gusto nos sentimos. Los miedos empiezan con el desconocimiento.
    Me gusta mucho, Hawk.

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  4. Hawk, muy divertido y real estos relámpagos de buen humor en una persona malhumorada. jaja.

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  5. Gracias por vuestros comentarios. También creo que la felicidad, con todo lo deseable que es, tiene sus sombras.

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  6. @hawk¿Es acaso el miedo a la libertad uno de nuestros mayores fantasmas? Es un tema capital (para mí), y de la forma en que lo enfocas, encuentro que abres interesantes vías de interpretación, hawk, porque, ¿existe la felicidad sin libertad? Yo creo que no.

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  7. Gracias.Interesantes preguntas. Creo que las personas que tienen miedo a la libertad, no saben ni lo que es. En mi opinión, a la mayoria nos gusta. La libertad existe y la felicidad también. Pero sin ninguna libertad tampoco habría felicidad.

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