lunes, 1 de noviembre de 2010

La ducha

El agua recorría su cuerpo descubriendo caminos imprevistos e irregulares por su piel. La cortina de la ducha no estaba totalmente echada por lo que pude deleitarme un largo rato antes de acercarme a hurtadillas. Lo que no entiendo es por qué lanzó ese espeluznante grito cuando me vio, ni porqué comenzó a sonar esa extraña música de violines chirriantes en el mismo momento en que alcé el brazo.Yo no soy como mi madre. ¿O sí?

Cronopio


0 comentarios:

Publicar un comentario