viernes, 12 de noviembre de 2010

La fuente de la vida

Entre pesimista y desesperado, accedí al consenso generalizado de mis amistades más cercanas y visité al psicólogo. Excepto en la presentación, me encontré más solo que nunca. Le pagué y salí todavía aturdido por el soliloquio absurdo que acababa de soltar.
Con un caminar estrambótico, puse rumbo al infinito. Calles extrañas y solo en medio de la nada. Levanté el rostro ante un haz de luz. Estabas quieta sonriendo, como solamente tú sabes hacerlo.
El mundo despertó y la sangre volvió a mis ojos.

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7 comentarios:

  1. Buen micro, veintiuno, y muy romántico.

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  2. Me ha encantado, veintiuno. Una sonrisa de la persona amada puede más que un psicólogo, sin duda.

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  3. Las depres del desamor. De las peores seguramente. Muy buen relato, 21.

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  4. @mirina
    Gracias a ti, siempre, mirina.

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  5. @Sara Lew
    Sin ninguna duda, Sara, es cierto. Los sentimientos tienen un carácter indispensable en nuestro transcurrir diario y afectan a la salud en la medida en la que se nos transmiten. Me encanta que me leas y te doy las gracias por hacerlo.

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  6. @hawk
    Gracias, hawk. En este caso, las mujeres tienen un extraordinario poder sobre nosotros y son capaces de sacar lo mejor y peor de nuestro ser.

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  7. El idioma espanol sienpre fue un desafio para mi, porque sienpre dudé de poder escribirlo con exactitud y sin demasiados errores de ortografia o peor, de expresion.
    Gracias a ti. A tus palabras.No sabia, a penas suponia...
    Pensé durante anos que habias muerto en un accidente estupido de la vida, de esos que te hacen perder la memoria de lo que fuistes anos atras. Hoy sé que has recovrado vida y que de nuevo te he reconocido.
    Que alegria Senor 21.

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