Buscando disimular su vacuidad expele frases estrambóticas y huecas recubiertas de una fina capa de marfil figurado.
Al principio, hasta hubo quién cayó en sus trampas.
Llegó a tener hasta un pequeño séquito de seguidores.
Ahora ya no le escucha nadie.
Cronopio
0 comentarios:
Publicar un comentario