Era una gran fábrica, la mayor jamás construida. Completamente automática, sin ningún tipo de mantenimiento.
Con una maravillosa regularidad producía fracciones temporales. Determinados por colores, separando de esta forma, los segundos, minutos, horas, días... y sus particiones matemáticas en fracciones de cada parte. Eran adjudicados sistemáticamente a las personas con la ilusión de llenar sus vidas.
Desperdiciados unos, vividos intensamente otros. La memoria, consumida su existencia, era su meta.
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recuerdos, tan necesarios y tan influyentes. Desconectar del mundo y recordar. A veces te esbozan una sonrisa desprevenida y otras te llenan los ojos de lágrimas vergonzosas.
ResponderEliminarRecuerdos en color y recuerdos en blanco y negro. Son mejores que las fotos. Tienen movimiento y, lo mejor de todo, olores y sabores.
Me gustó tu micro, 21.
besos
El crepúsculo te inspira, 21. Fantástico.
ResponderEliminar@Íngrid
ResponderEliminarMe gusta tu comentario, Íngrid. Gracias por leerme e interpretarme tan bien.
@damadeltablero
ResponderEliminarEs todo un halago, Dama. Muchísimas gracias. Un beso.
Los recuerdos son hojas vivas de nuestra vida, por sí solos nos pueden hacer llorar, reir, emocionar y hasta cantar! A veces tienen vida propia y se quieren adueñar de su creador o dejarle en una profunda oscuridad cuando se esconden o no ven la luz por una cortina que empaña su salud.
ResponderEliminarTus recuerdos me han recordado muchos trazos borrosos que no quiero olvidar.
ResponderEliminarMuy bien 21, ciencia ficción emocional.
ResponderEliminar@Vanadis
ResponderEliminarLos recuerdos nos sirven para revivir los momentos pasados, -esperemos que buenos-, y a su vez para aprender de los errores cometidos. Con la pausa que les imprime el tiempo. Está en nuestra mano vivir el futuro del aprendizaje de un pasado, en el que quizás no supimos vivir ese instante tan deseado.
@Eunuco
ResponderEliminarAlgo así, Eunuco. Muy agudo. Y es que esta luna llena ha venido entre eléctrica y melancólica. Mezcla de frío y viento. Saludos.
Estupendo relato.
ResponderEliminarMe gusta tu fábrica del tiempo destinada a producir y consumir recuerdos, veintiuno.
ResponderEliminar@tapia
ResponderEliminarGracias, tapia.
@mirina
ResponderEliminarGracias amiga. En tiempos de crisis, su producción alcanza verdaderas cotas récord