sábado, 13 de noviembre de 2010

Sonámbulo

Estabas dormido cuando te levantaste y saliste a la calle. La fría noche no amilanó tus pasos. Tu conciencia aletargada supo guiarte (no temas, seguramente nadie reparó en tu pijama amarillo ni en el agujero de tus pantuflas). Llegaste a mi casa trayendo el relente de la medianoche pegado en tu pelo. Reposaste tu dedo en el timbre hasta que abrí la puerta. Tu ojo abierto me miraba con deseo. Tu ojo cerrado, dormía. Ante la duda te hice sitio en mi cama. ¿Recuerdas al menos lo que pasó entonces?


Saryle


7 comentarios:

  1. Un relato lleno de misterios, Saryle. ¿Sólo se permite el deseo mientras es sonámbulo? ¿Lo pierde luego? ¿O conoce tan bien el camino que también ama durante la vigilia? Y todo esto para decir que me ha gustado.

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  3. Estás en lo cierto, mirina, la historia está abierta a muchas preguntas. Y así la quise dejar, para que no se perdise el misterio. Gracias por tu comentario.

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  4. Muy original como siempre, Saryle

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  5. Me parece muy divertido, me ha gustado leerlo

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  6. Me alegro que os haya parecido original y divertido. Son increíbles las historias que surgen cuando se escribe sin pensar. Gracias por vuestros comentarios.

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  7. @Sara Lew
    Original, como siempre Sara. "Sin pensar", intuyo que es tan "particularmente" tuyo, que fluye instantáneamente hacia el papel.

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