lunes, 20 de diciembre de 2010

Amor tan friable

Mientras tus friables abrazos buscan envolverme, deseo rechazarte sin apenas fuerzas para sobreponerme a la asfixiante impostura de tu compasión. Sólo retengo un hilo de cordura, la necesaria para saber que no te amo, pretendiendo lo contrario, por mucho que siga a tu lado hasta que tú me ames, o que, al menos, pretendas amarme.

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