sábado, 18 de diciembre de 2010

Azul

Deja que llamen las voces azules de la melancolía,
te arrullen con sus memorias inmortales,
susurren el nombre amado,
y nunca sea olvidado.

Deja que acudan las tibias luces crepusculares,
te bañen sus rayos dorados,
y concedan lo más deseado,
su aroma a flor de piel.


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