martes, 14 de diciembre de 2010

El hueco.

No hay adolescente que no necesite un lugar "suyo", el mío era "EL HUECO"
Era un agujero en una roca, mal disimulado por la vegetación. Allí traslade mis tesoros y pasé mis primeras soledades: fumando y soñando.
Nadie me pareció digno de conocerlo, hasta que apareció él.
Quedamos y le esperé en ascuas… esperé y esperé. Salí llorosa y dolida, jamás volví. Esa tarde dije adiós a mi niñez.
Hoy he vuelto y olía a tabaco, me he alejado sonriendo sabiendo que alguien está creciendo en silencio.


desasosegada


3 comentarios:

  1. Estupenda mirada al pasado, desasosegada. Todos/as tenemos un hueco dónde soñamos con ser adultos y ahora, pasados los años, nos acordamos de aquellos días soñando con esa juventud perdida.

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  2. Tienes razón, todos tenemos guardado en algún sitio el ayer.

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  3. y siempre crecemos en lugares comunes creyendo que nadie los descubrió antes que nosotros. Bendita ingenuidad.

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