domingo, 12 de diciembre de 2010

Involución

Poseía una biblioteca y una cultura envidiables. Aristóteles, Spinoza, Kant, Goethe y Dostoyevski eran para él amigos de trato cotidiano. Un día, buscando un libro, le cayó encima un tomo de la Summa Theologica. Tras el golpe, no supo descifrar "If", de Kipling, que tantas veces había recitado. La conversación que intentó con su mujer acabó en diálogo de besugos. La conferencia que dio se transformó en rueda de prensa. Al cabo de un tiempo, sólo sabía escribir tweets y escuetos microrrelatos.

3 comentarios:

  1. ¡Gracias por las primeras carcajadas de la semana!

    ResponderEliminar
  2. El humor es, probablemente, la única esperanza de salvación de la especie humana. La de las otras especies, no lo sé. Que pases buena semana.

    ResponderEliminar
  3. Verdades como templos.

    ResponderEliminar