miércoles, 15 de diciembre de 2010

Mientras sopla el viento norte

Cuando el viento helado erosione las almas con sus ráfagas de miedo y mal humor, cerrarás la puerta y subirás al coche, aunque te asusta conducir si el viento corre más que tú, pero la llamada no te dejará opción y avanzarás por la estrecha carretera de curvas que conoces de memoria a pesar de que nunca te gustaron esas ramas que vuelan (y caen sobre la carretera) ni aquél árbol tan débil y tu teléfono sonará... La próxima vez que nos reunamos, necesitamos ser uno menos para dividir la herencia.

mirina


2 comentarios:

  1. ¡Qué familia! Y luego es culpa del mál tiempo, del estado de las carreteras, de hablar por teléfono mientras se está al volante... Buen micro, Mirina. Un saludo.

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  2. Inquietante. Con la negrura de Patricia Highsmith.

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