"Es mío lo que aquí late"
Lo grabó como un juego, sin darse cuenta de las consecuencias de lo que hacía.
He caminado mucho desde entonces. He visto maravillas. Flores han brotado de mis manos. Me baño todos los días en estanques azules de amor. Pero una triste brisa me susurra que mis latidos son prestados. Que mi corazón es un juguete olvidado en un cajón, por una niña de suaves labios de piedra.
Ignatius
Muy evocador
ResponderEliminarMuy bueno, Ignatius. Un texto impecable desde todo punto de vista, y una forma de expresión muy acorde con el título
ResponderEliminar...mi corazón es un juguete olvidado en un cajón... Me ha gustado mucho Ignatius.
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