jueves, 16 de diciembre de 2010

Primer amor

Una niña con labios de piedra me marcó en el pecho un tatuaje que escondo bajo mil camisas.
"Es mío lo que aquí late"
Lo grabó como un juego, sin darse cuenta de las consecuencias de lo que hacía.
He caminado mucho desde entonces. He visto maravillas. Flores han brotado de mis manos. Me baño todos los días en estanques azules de amor. Pero una triste brisa me susurra que mis latidos son prestados. Que mi corazón es un juguete olvidado en un cajón, por una niña de suaves labios de piedra.

Ignatius


3 comentarios:

  1. Muy bueno, Ignatius. Un texto impecable desde todo punto de vista, y una forma de expresión muy acorde con el título

    ResponderEliminar
  2. ...mi corazón es un juguete olvidado en un cajón... Me ha gustado mucho Ignatius.

    ResponderEliminar