miércoles, 1 de diciembre de 2010

Una estrella fugaz

Estamos muy cerca, muy juntos, sin llegar a tocarnos. He creído adivinar la caricia furtiva de sus ojos sobre mi cuello. Alzo la mirada desde sus zapatos pasando por su cuello y al llegar a los labios, vuelvo rápidamente la cabeza. Se intuía una leve sonrisa. Su perfume me confirma todo aquello que ya sé, y me tienta a dar un paso más. Levanto de nuevo la mirada, decidido a hablarle y... "ding". Llegamos a la planta baja. Se alejan sus tacones resonando en el piso. Jamás le volveré a ver.

Ignatius


3 comentarios:

  1. Estupendo paseo el que nos has dado, Ignatius. Todos hemos visto esa estrella fugaz, cual suceso instantáneo que dura toda una vida.

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  2. @21
    Gracias 21 por tu comentario. Soy un novato en esto de escribir para que otros te lean. Siempre me ha dado un poco de vergüenza.

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  3. @Ignatius Pues en mi opinión, Ignatius, cuando publicas por encima de tu vergüenza, es cuando de verdad empiezas a escribir. Espero que continúes haciéndolo y así poder seguir leyéndote, :)

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