domingo, 9 de enero de 2011

Búsqueda de la libertad

Su extrema curiosidad, le llevó a escudriñar sus orígenes hasta los límites de la existencia paranoica.
Una eyaculación caprichosa en el corazón de la primavera fue el punto de partida de un devenir existencial como afirmación del propio yo.
Sufrió con la conciencia plena, el cúmulo de negaciones y normas impuestas por sus educadores, forjando sus obstáculos y miedos perfectamente pertrechados hasta el presente.
Aún hoy, sigue limitándose en las estrictas prohibiciones autoimpuestas como negación.

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4 comentarios:

  1. Una buena descripción de cómo hay personas que pierden su energía en lamentar lo que no pueden remediar, en lugar de tomar tales acontecimientos con cierto sentido del humor para poder fortalecerse psicológicamente para seguir hacia adelante con la cabeza alta y disfrutar de nuevo de lo que se pueda en la vida.

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  2. @Luis Nieto -(Papelylápiz)
    Hay diferentes formas de buscar la libertad, -para mi-, una de ellas y la más importante es tomar conciencia de si mismo, e intentar forjar tu vida de una forma positiva y sin miedo, aquél que nos siembran desde que somos pequeños, con lo que se puede o no se puede. Lo que nunca se hará es lo que nunca se ha intentado. Estamos llenos de prejuicios y trampas que nosotros mismos nos hemos fabricado para poder excusar la frescura y ese personaje que todos llevamos dentro y no nos atrevemos a mostrar. Gracias, Luis por compartir conmigo.

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  3. Los prejuicios no sólo nos los creamos nosotros mismos, sino que los heredamos y a veces los transferimos; todo ello por tratar de imponer la lógica y la razón a algunos aspectos que carecen de ella o que están por encima de ella.

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  4. @Vanadis
    Pienso que nunca seremos nosotros mismos hasta que no seamos capaces de liberarnos de todo aquello que nos oprime.
    La educación que recibimos es el primer traje que nos ponemos y obviamente no es el nuestro, aunque sea completamente necesario en primera instancia para poder sobrevivir en el exterior.
    Un abrazo, Vanadis.

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