Una bicicleta fue el regalo que mis padres eligieron para sacarme de la niñez.
La mañana de reyes la descubrí en el salón: roja, reluciente.
Montada en aquel magnifico caballo me sentí adulta, dichosa y libre.
Aún hoy, cuando el aire me revuelve el pelo y pedaleo contra el viento, vuelvo a ser aquella niña feliz.
desasosegada
Blogged with MessageDance using Gmail
La mañana de reyes la descubrí en el salón: roja, reluciente.
Montada en aquel magnifico caballo me sentí adulta, dichosa y libre.
Aún hoy, cuando el aire me revuelve el pelo y pedaleo contra el viento, vuelvo a ser aquella niña feliz.
desasosegada

Me gusta mucho, Marga. La bicicleta como símbolo para abandonar la niñez y también como punto de regreso a la misma. Y la descripción de ambas secuencias, muy conseguida, tanto, que se llega a sentir. Saludos.
ResponderEliminarLa inocencia siempre va unida a la felicidad. Las realidades nos envejecen y entristecen. ¿Cual es el camino a seguir y como deberíamos vivir?
ResponderEliminarNO me ha costado nada, la verdad, no he hecho si no describir mi experiencia.
ResponderEliminarBien, pero hay formas y formas de describir. La tuya es muy emotiva.
ResponderEliminar