Embriagados por el agridulce sabor de las derrotas compartidas, aliñaron con pasión los únicos minutos de paz que encontraron entre el barullo de sus miedos y el eco machacón de los sueños rotos.
Esquivaron el pasado, obviaron el futuro y fueron consecuentes con el presente.
Cronopio
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Esquivaron el pasado, obviaron el futuro y fueron consecuentes con el presente.
Cronopio

Hacía tiempo que no leía nada tuyo (¿suyo?). Me alegra ver que sigues manejando las palabras con el hacer de un alquimista.
ResponderEliminarSupongo que no tiene nada que ver, pero parece el reflejo de la relación de una pareja que tiene un bebé con problemas de cólicos, alteraciones del sueño...Y que, de repente, encuentran ese momento para ellos, algo ya casi olvidado, y sin planteamiento alguno, se aman apasionadamente, como si nunca más sucediese.
ResponderEliminarYo interpreto un pulso a cualquier sentimiento de inseguridad, un atrevimiento a vivir con intensidad cada momento presente de la vida, porque es lo único seguro que tenemos. Decir todo esto con tan pocas palabras, es genial y aquí Cronopio es un maestro
ResponderEliminarMuchas gracias, Rodia, Cormorán y Luis. No siempre es posible, pero, muchas veces, para exprimir la vida, lo ideal sería eso, vivir el presente sin más complicaciones, sin lastres del pasado ni futuros inciertos.
ResponderEliminarA mí me evoca a dos almas perdidas en la telaraña de la vida que tratan de ignorar el sentimiento de prisión y que intentan vivir un presente sin pergaminos que lo marquen, aún a costa de tener que inventar una realidad a medida.
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