La lluvia arreciaba y la luz de la mesilla perdía intermitentemente su intensidad. La insistencia de la bella universitaria, cuya espalda desnuda resplandecía a cada rayo, les había dirigido a la casa rural. El profesor le había dado un sobresaliente cum laude en artes amatorias y pavoneaba sobre impulsos, termodinámica y dinámica de fluidos. De regreso ella tachó Física de la lista de asignaturas pendientes. En casa él recordó la teoría de la relatividad y adujo inapetencia para no cenar.
alsquare
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alsquare

Una buena estudiante, la universitaria, luchando las notas cuerpo a cuerpo. El profesor digno protagonísta de novela negra y el ambiente conseguido. Me gusta. Saludos, Alsquare.
ResponderEliminarGracias 21. Hacía tiempo que no me reencontraba con los relatos. Escapada Académica. Un abrazo
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