Hubo un tiempo en que el presente se diluía sin límites como se diluyen mis manos cuando recorren tu nombre. Ahora, el presente es esa imitación acelerada de la vida que antes de haber terminado de pasar ya es pasado y entre tanto directo e instantáneo, en vivo o en el acto, yo ya no sé cómo hacer para seguir queriéndote, si para eso, lo único que yo necesito, es dejar pasar el tiempo. Y lo único que ya no tengo, es ese tiempo detenido que solamente existe, desnudo, para que yo te quiera.
mirina
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Particularmente, me gusta todo lo que escribes. Todos en su forma y algunos me fascinan en su fondo, como este. A vueltas con el tiempo y nuestra forma de adaptarnos a él. No siempre es fácil.
ResponderEliminarMe alegro mucho, Mirina, de verte de nuevo por aquí.