lunes, 14 de febrero de 2011

Revolución

Subyugado por los últimos acontecimientos, se había visto obligado a dejar de creer, muy a su pesar, en una salida triunfante.

Desde las alturas todo se percibe ínfimo y frío, pero el espíritu de la liberación se había extendido a sus pies con fiereza desmedida esta vez.

Algo le decía que había dejado de ser intocable.

Sólo le quedaba mantener su pétrea compostura y esperar.

Cronopio

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5 comentarios:

  1. ¿A que no te atrevías a escribir esto hace un mes?
    ;-)

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  2. Cuánto honor que una autoridad (aunque ya un tanto desautorizada) como usted, señor M., se detenga ante el humilde texto de este pobre juntaletras. Texto que, aunque no lo crea, lleva escrito desde hace mucho tiempo. Justamente ese tiempo, junto con el devenir de los últimos acontecimientos, le han dado un sentido renovado, no lo niego. Un abrazo, ex-excelencia.

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  3. Lo que nunca entenderé, y será por no haberlo "gozado", es el vicio del poder. Alguien con su vida más que resuelta por todo lo robado, siga aferrándose a recoger las últimas monedas.
    Gran relato Cronopio

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  4. La ventaja de las buenas letras, bien juntadas y mejor ornadas, es que van más allá de la inmediatez realista de la imagen, el vídeo y el facebook. Si el relato, la historia, son buenos, se le podrán adaptar muchos nombres y fotografías, todos los que comparten la esencia común de ese relato, de esa historia. Y sobreviven en el tiempo, algo que no consiguen tiranos ni detractores, pero sí las letras que los cuentan. Coincido con Cormorán, gran relato Cronopio.

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  5. Muchas gracias, Cormoran y Mirina por vuestros comentarios. La verdad es que, por desgracia, al protagonista de este relato, se le pueden poner aún muchos nombres, demasiados.

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