domingo, 20 de febrero de 2011

Sé que estás ahí fuera

Se sentó en la única mesa vacía y miró a su alrededor. Sacó la libreta y al abrirla permitió que el olor a viejo de sus hojas llenara sus pulmones y tiñera la cafetería de la vieja Filmoteca de un color ocre añejo. Sus manos arrugadas acariciaron las líneas del diario que había escrito su difunta Magdalena, quién sabe si en esa misma mesa. Cualquiera que le viera mirando hacia arriba pensaría que era para aguantar las lágrimas pero yo sé que le estaba diciendo a su amada: sé que estás ahí fuera.

Eunuco

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4 comentarios:

  1. Caballero de la luna, es una placer inesperado encontrarme con usted (un placer, además, culpable de silencio y distancia) en esta mañana de domingo. Pero mayor placer aún es imaginar que su vieja libreta haya vuelto a respirar el aire de las palabras que nacen de su pluma (aunque se llame como se llaman ahora las smartplumas). Es un placer leerlo y también, es un placer leerlo tan bien. Un relato precioso (me encanta ¿ya lo dije? el mr, el final y su nombre debajo firmándolo).

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  2. @mirina
    Mi querida Mirina, volvemos a vernos por aquí en días de luna menguante, al contrario que nosotros. El placer es mutuo, llevo una temporada endiabladamente ocupada que está a punto de terminar pero no he podido esperar y resistir la tentación de asomarme a este jardín. Y luego no he podido evitar escribir algo. Y más tarde no he querido perderme la alegría de cruzar unas líneas contigo (esperemos que con ahora con la regularidad del ciclo lunar) y darme a mí mismo otra vez la bienvenida. 

    Nos estamos leyendo mina Mirina.

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  3. Pues me uno a clan de la bienvenida, Eunuco. Un regreso triunfal, un placer volver a leerte con el deseo que sea esta, la escritura, tu nueva ocupación. Algo egoísta por mi parte, no cabe duda.
    Un abrazo "apretao" de aquel que encuentra al pródigo.

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  4. @Cormoran
    Hola Cormoran, gracias por tu cálida bienvenida. Así da gusto volver a cualquier lugar.

    Nos estamos, gustosamente, leyendo.

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