Me encanta hacer castillos en la playa, casi siempre logro liar a papá y hacemos fosos contra el mar.
Desde la toalla veo a la abuela paseando y me tira un beso, no entiendo como le gusta el mar si no se baña, ni hace castillos, ni siquiera juega a balón ¡Que rollo!
32 millones de olas después.
¡Que placer sentir las olas en los pies!
Veo a mi nieta jugar con la arena y le envío un beso cariñoso, sus ojos preguntan ¿Cómo es posible que la abuela se divierta en la playa si no hace más que pasear?
desasosegada
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Desde la toalla veo a la abuela paseando y me tira un beso, no entiendo como le gusta el mar si no se baña, ni hace castillos, ni siquiera juega a balón ¡Que rollo!
32 millones de olas después.
¡Que placer sentir las olas en los pies!
Veo a mi nieta jugar con la arena y le envío un beso cariñoso, sus ojos preguntan ¿Cómo es posible que la abuela se divierta en la playa si no hace más que pasear?
desasosegada

Muy chulo.La misma imagen desde los dos puntos de vista. Y con tantas olas entre ambas. Un abrazo
ResponderEliminarEl mar, la magia de la infancia, el tiempo que pasa y la vida que nos sonríe y nos guiña el ojo.
ResponderEliminarDesde aquí, casi se me mojan los pies con unas de sus olas…
Mi abuela falleció hace años, pero seguro que le ha gustado igual que a mí lo que vengo de leer.