martes, 10 de mayo de 2011

Reloj de Arena

Me encanta hacer castillos en la playa, casi siempre logro liar a papá y hacemos fosos contra el mar.
Desde la toalla veo a la abuela paseando y me tira un beso, no entiendo como le gusta el mar si no se baña, ni hace castillos, ni siquiera juega a balón ¡Que rollo!

32 millones de olas después.

¡Que placer sentir las olas en los pies!
Veo a mi nieta jugar con la arena y le envío un beso cariñoso, sus ojos preguntan ¿Cómo es posible que la abuela se divierta en la playa si no hace más que pasear?


desasosegada

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2 comentarios:

  1. Muy chulo.La misma imagen desde los dos puntos de vista. Y con tantas olas entre ambas. Un abrazo

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  2. El mar, la magia de la infancia, el tiempo que pasa y la vida que nos sonríe y nos guiña el ojo.
    Desde aquí, casi se me mojan los pies con unas de sus olas…
    Mi abuela falleció hace años, pero seguro que le ha gustado igual que a mí lo que vengo de leer.

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