viernes, 3 de junio de 2011

Recuerdos vivos

Un traslado de casa es un terremoto: hay que valorar cada objeto y salvarlo o condenarlo al olvido.
Así descubrí "tu caja" y en ella un amasijo de recuerdos que olían a chicle de fresa.
Me sorprendió ver que guardabas un libro de versos y en él, una amapola casi en polvo, envuelta cuidadosamente en papel de seda.
Al preguntarte eludiste el tema e imaginé algún amor de juventud, ya olvidado.
Me equivocaba.
Te marchaste de mi vida sin despedirte, sin llevarte nada... nada, excepto alquel libro de versos.

1 comentario:

  1. Un precioso relato de amor y desamor. Alguien que quizá amó a alguien que creía conocer del todo. Y esa parte misteriosa que puede tener cada persona, que es posible que no la confiará a nadie y se la llevará con la muerte; o si la confía a alguien, ese alguien será verdaderamente especial para esa persona.

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