Pronto le conocí a él: encantador...
Recorrimos el mundo derrochando belleza, simpatía... y dinero.
Una vez instalados en nuestra megacasa, es cuando empezó la cuesta abajo, para colmo llegó la crisis que sumió nuestros ingresos, nuestro amor y mi vida en el fango.
Hoy cansada, sola y sobre todo derrotada os propongo un pacto, demos marcha atrás y dejadme reintentarlo, todo será distinto, ya veréis, ah...¿qué no se puede?
Mierda
desasosegada

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