Cuando nuestros cuerpos chocaron en el pasillo de aquel hotel, no esquivaste el envite que te lanzaba el azar.
Con el tiempo, incluso llegaste a hablar de destino.
Yo sé que al destino, algunas veces, conviene darle un leve empujoncito.
Cronopio
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Con el tiempo, incluso llegaste a hablar de destino.
Yo sé que al destino, algunas veces, conviene darle un leve empujoncito.
Cronopio

¿Somos lo que nos atrevemos no?
ResponderEliminarMe gusta la idea de provocar el destino y comprobar que algunas veces nos responde positivamente, recompensando nuestra audacia.
Henriette
Sí, jejeje, conviene a veces forzar el destino. Buen relato, Cro.
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