He ido a jugar a la orilla y a la vuelta mis papás no estaban, me he puesto muy nervioso y quería llorar, pero no lo he hecho porque ya soy mayor.
He pensado que igual me han abandonado porque ayer fui algo malo y escupí a mi prima por petarda, además hoy he dicho a mamá que era "lo peor".
De todos modos les perdono por dejarme solo, si vuelven a buscarme, pero pronto por favor, no sé cuanto tiempo más voy a poder aguantar sin llorar.
desasosegada

Qué triste, Marga. Me pongo en el lugar del niño y me dan ganas de llorar...
ResponderEliminarCoincido con Sara. Es difícil, muy difícil, ponerse en el lugar de un niño. Aquí lo has conseguido.
ResponderEliminarComo relato adulto esta bien. De ninguna manera
ResponderEliminarun niño de seis años, perdido, tendría un pensamiento de ese tipo, ni se expresaria así. estaria inquieto, angustiado y desorientado, buscando ayuda en el mejor de los casos. Arena
Gracias chicos, me alegro que os haya gustado.
ResponderEliminarQuería imaginar a ese niño en la megafonía de la playa pidiendo ayuda, Jeje, fijo que sus padres estaban allí en tres segundos. Un beso.