Solo en esta cama, en este barco a la deriva, navego a vista, entre tu ausencia y mis insomnios.
La noche, las ráfagas de los recuerdos me dejan fracasado al borde de mi mente, tal una ruina.
Cada mañana me libera el alba, devolviéndome a la humanidad, de la cual me has destituido al decidir marcharte.
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La noche, las ráfagas de los recuerdos me dejan fracasado al borde de mi mente, tal una ruina.
Cada mañana me libera el alba, devolviéndome a la humanidad, de la cual me has destituido al decidir marcharte.
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Comparto este sentimiento de sentirse a la deriva.
ResponderEliminarAfortunadamente llegan las mañanas y un nuevo día por delante.
Gracias por comentar. De veras. Me expreso raramente en castellano ya que el mío suele ser algo aproximativo. Aun así, algunas veces me atrevo…pero pocas son las voces que me quedo satisfecha por la exactitud de lo que quería expresar.
ResponderEliminarEfectivamente, algunas veces el alba consigue rescatar la mente que algo frágil, se dejo llevar por la fuerte corriente de los recuerdos.
Henriette.