Juegos en la plaza, carreras por las calles.
El colegio, los amigos y aquellos primeros amores, tan ingenuos como aparentemente eternos.
Tonos sepia, sabores redescubiertos, rumor de recuerdos oxidados...aroma a tiempos maltratados por el tiempo.
Cronopio
El colegio, los amigos y aquellos primeros amores, tan ingenuos como aparentemente eternos.
Tonos sepia, sabores redescubiertos, rumor de recuerdos oxidados...aroma a tiempos maltratados por el tiempo.
Cronopio
Una vez más, fantástico. Sintetizar la vida y sus múltiples orillas: ese es tu oficio, Cronopio. Bravo!. Como ves, tienes una fiel seguidora, rendida a tus palabras sin sombra. Abrazos
ResponderEliminarUna vez más, agradezco enormemente tus palabras, Isabel. Me dan ánimos para seguir peleándome con las letras. Abrazos de vuelta.
ResponderEliminarBonita y elegante traducción de lo que se siente al ver desfilar la vida con tanta prisa.
ResponderEliminarComo un sentimiento de amargura en el alma al comprender días tras días que algo esencial se nos está escapando.
H.
Gracias, H. Ese es exactamente el sentimiento que intentaba transmitir. Aunque se trata de algo, hasta cierto punto, doloroso, lo has explicado de una muy bonita manera. Saludos.
ResponderEliminarCronopio
No! Gracias a usted Cronopio. Gracias por traducir y compartir de tal elegante manera. Cada palabra nos habla de la persona que le da vida. Las vuestras son preciosas porque de una rara sensibilidad.
ResponderEliminarHenriette = H.