Hoy no estoy para nada, es nochevieja,¡Que me pongo!, algo nuevo, algo viejo, una joya de oro, el tanga rojo, ¿Como me pinto el ojo?, ¡Si es que no tengo nada que ponerme!.
En la otra punta del mundo ninguna de estas preguntas se plantean, no hay nada que celebrar, ni con que celebrarlo, no hay armario donde buscar, ni ropa para cambiarse, ni pintura para disimular ni las ojeras ni las arrugas propias de la desnutrición.
Lo peor es que la distancia no es tanta, está a la vuelta de la esquina.
En la otra punta del mundo ninguna de estas preguntas se plantean, no hay nada que celebrar, ni con que celebrarlo, no hay armario donde buscar, ni ropa para cambiarse, ni pintura para disimular ni las ojeras ni las arrugas propias de la desnutrición.
Lo peor es que la distancia no es tanta, está a la vuelta de la esquina.
JESTA
Los armarios tienen una puerta oculta en el fondo, sin espejos, que si se traspasa nos lleva a ese mundo donde la coquetería se mide en gramos de alimentos o en decilitros de agua. No todos tienen el valor de traspasarla y se quedan en este lado, donde el espejo refleja sólo la opulencia y el derroche de nuestro mundo ¡Y encima, protestamos!
ResponderEliminarBonito e intencionado micro Jesta
country49
Gracias Country49, lo tuyo supera el comentario, es un micro-analisis excelente. Me gusta en todo caso provocar la reflexión con alguno de mis relatos. JESTA
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