Ella sabía que mis ojos chispeaban cuando, entre luces y sombras, se desnudaba en su alcoba frente a mi balcón, atalaya desde donde podía leer su cuerpo mientras se deshojaba, prenda a prenda, hasta confundirse piel y aire.
Ella sabía que me sonrojaba al contemplarla por las mañanas camino del instituto, vestida de hoja caduca.
Ella sabía que yo soñaba con asaltar su castillo y liberarla de botones y cremalleras.
Pasaron los años y aún recuerdo cómo ardía ese cuerpo que jamás tuve en mis brazos.
Ella sabía que me sonrojaba al contemplarla por las mañanas camino del instituto, vestida de hoja caduca.
Ella sabía que yo soñaba con asaltar su castillo y liberarla de botones y cremalleras.
Pasaron los años y aún recuerdo cómo ardía ese cuerpo que jamás tuve en mis brazos.
country49
Me ha gustado mucho esa frase final. Muy bueno.
ResponderEliminarTremendamente sensual, country49. Chispoteos, leer un cuerpo y sonrojarse ante una piel desnuda es todo un memorandum del deseo, que jamás se pierde ante la imposibilidad de hacerse realidad.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias Hank y gracias veintiuno por vuestros comentarios favorables que animan a seguir escribiendo.
ResponderEliminarcountry49
Son muy amenos tus realtos Country. Te sigo donde sales. Me alegro de que te valoren bien, hasta ha salido a habitual "calentura mental" de 21. Vivo en un piso bajo y me has hecho recordar que debo apartarme de los cristales cuando me cambio de ropa. Podría haber accidentes graves por sustos,ja ja. Arena
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, es curioso como podemos recordar el deseo. Luego seguimos viviendo pero esa espinita se nos queda en el corazón.
ResponderEliminarUn saludo y enhorabuena.
Tú no sabías que tus ojos verían tanta gente atractiva a lo largo de los años.
ResponderEliminarTú no sabías que nuevos colores teñirían tus mejillas en la carrera de las estaciones.
Tú no sabías que ella soñaba con que asaltaras la almena de su castillo de cordones e imperdibles.
Y es que ignoras que siempre al desnudarse recuerda cómo era observada desde el otro lado de la calle.
Me ha encantado. Un saludo
Arena, el único problema -o ventaja, según se mire - de vivir en un piso bajo es que la desnudez puede ser contemplada desde la calle por mucha gente y habrá quien se sobresalte, se asuste...o por qué no, se lleve una grata sorpresa...ja,ja,ja
ResponderEliminarGracias por tu comentario (excepto tu referencia a veintiuno que a mi juicio no aporta nada)
country49
Gracias Marga por esa visión tan llena de sensibilidad. Un abrazo.
ResponderEliminarcountry49
Albada, eso no es un comentario...es un micro con todas las de la ley. Merece vida propia sin necesidad de encadenarlo al mío...pero la verdad es que encajan como dos vagones de tren.
ResponderEliminarSaludos
country49
Todo aporta Country, o nada. segun como lo mires. Con los comentarios vemos la tendencia de tigres y leones.
ResponderEliminarLástima que sus miradas no se cruzaran, ni que fuera un instante, para prender la llama del deseo, escondida entre ropas y cortinas.
ResponderEliminarUn gustazo de micro, un saludo
¡El gustazo lo es para mí al leer tu comentario!
ResponderEliminarGracias y un abrazo Alfred
country49