Por costumbre evito los números desconocidos, pero respondí a aquella llamada. Síndrome de debilidad social estacional. Era una mujer acusándome de darle plantón. Por última vez, decía. Tal era su enfado que no pude meter baza para asegurarle que se equivocaba de cabrón y que aquella no era mi fiesta. Imposible encontrar un hueco entre sus palabras; cualquier intento de balbuceo me volvía rebotado. Ella colgó y se despidió para siempre. Yo encendí un cigarrillo y empecé a echarla de menos.
Rodia
De lo mejor que he leido por aquí.
ResponderEliminarEnorme, Rodia, enorme. Me ha encantado la frase final. Bravo, también creo que es de lo mejor que he leído últimamente por aquí. Genial mezcla de ironía y mala leche. Gracias por compartirlo con nosotros. Es de esos relatos que siento en el alma no haber escrito yo, jejeje.
ResponderEliminarMuy amables por vuestros exagerados comentarios. La verdad es que me salió una cosa bastante hankiana. Sin acercarme siquiera al maestro, por supuesto...
ResponderEliminarNada de exagerados. A mí también me parece un relato magnífico. Un saludo.
ResponderEliminarNostalgia de aquello que hubieses querido tener, pero que ni sospechabas que podrías haber tenido hasta el momento preciso en que el fantasmagórico objeto de deseo aparece y desaparece en un mismo e infinitesimal acto de prestidigitación.
ResponderEliminarMuy bueno.
Magnífico y original micro. Podría ser un ejemplo de la llamada "tristeza post-coitum" pero sin consumar (pero sí consumir....al menos así lo refleja la factura de teléfono)
ResponderEliminarcountry49
Rodia, de "hankiano" nada. Rodiano, y excelente. Sigo alucinando con la última frase.
ResponderEliminarTapia, lo que es realmente buena es tu interpretación. Muchas gracias.
ResponderEliminarPodría ser un ejemplo de eso, sí, pero sin la mejor parte... gracias country49 por leerlo y por tu comentario.
ResponderEliminarRodia...Me haces recordar un mensaje que envié, por error de un número, a alguien, por supuesto equivocado receptor.
ResponderEliminarLe imagino en un " aquí" imposible de encontrar y recibiendo unos besos imposibles de imaginar.
Me ha encantado tu micro.
Albada, ahora que no nos oye nadie te diré que está basado en hechos reales... así que no son tan infrecuentes estas confusiones telefónicas. Agradecido quedo por tu comentario.
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