jueves, 26 de enero de 2012

Conato de optimismo postmortem

Con asumida tristeza, describía sin pausa sus fracasos vitales, a la lívida luz de haces solares filtrados por el insondable océano, que apenas rompían la oscuridad y el opaco silencio que lo envolvían. Redactaba con parsimonia, haciendo caso omiso del tiempo transcurrido desde el hundimiento de su nave, que había arrastrado hasta el fondo a su tripulación, incluyéndolo a él, el capitán, pasto de ávidos escualos. "Al menos soy nutritivo", borboteó, fantasmagórico, volviendo a su pálida bitácora.

Befana


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