Pasajero

Subió sin pagar, estuvo de pie agarrado a una barra como si le fuera la vida en ello, hasta qué, en la siguiente parada, quedo un asiento libre, sobre el que se tiro en plancha, literalmente, sin tener en cuenta la señora que se disponía también a dirigirse hacia el, a la cual con un efectivo quiebro, sorteo para hacerse con su botín. Estuvo en el, contemplando gente con muletas, embarazadas, mayores de todo pelaje sin inmutarse por los comentarios que le dirigían, así hasta el final, que bajó.

Alfred