Le despertó el llanto de un niño. Habían perdido la esperanza de ser padres hacía ya bastante tiempo. Él se dirigió hacia esa habitación reservada en su día a un imposible hijo y se quedó escuchando junto a la puerta. El llanto cesó y regresó a la cama.
-¿Donde fuiste? Preguntó la mujer.
-No te lo vas a creer, contestó.
-¡Lo sé! Se adelantó ella. Llevo más de veinte años escuchando ese llanto. Pero no volverás a oirlo. Por fín te conoce. Nuestro hijo sólo deseaba que fueras a verle alguna vez.
-¿Donde fuiste? Preguntó la mujer.
-No te lo vas a creer, contestó.
-¡Lo sé! Se adelantó ella. Llevo más de veinte años escuchando ese llanto. Pero no volverás a oirlo. Por fín te conoce. Nuestro hijo sólo deseaba que fueras a verle alguna vez.
country49
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